Gracias a las diferentes nacionalidades de los músicos y a través de los conciertos ofrecidos en diferentes países (¡hasta en la India!), la orquesta a alcanzado una dimensión europea. Entre los músicos hay muchos franceses, pero también suizos, belgas, alemanes, ingleses, holandeses, españoles y de muchas otras nacionalidades. Esta mezcla cultural fortalece y enriquece a la orquesta, tanto en lo musical como en lo personal..
El nivel requerido en la orquesta es alto. Hay que ser capaz de tocar obras difíciles y tener la suficiente experiencia orquestal para poder tocar juntos muy rápidamente y adaptarse a las necesidades del director durante pocos ensayos para alcanzar el nivel adecuado.
Sin embargo, los perfiles de los músicos son diferentes. Algunos son profesionales experimentados que buscan programas excepcionales, otros son profesionales jubilados de orquestas de renombre (Orquesta de París, etc.) que desean volver a experimentar las emociones de su anterior profesión.Otros son estudiantes de conservatorio que quieren hacer de la música su profesión y, finalmente, buenos aficionados que quieren compartir su pasión y sentir la adrenalina al tocar..
Esta diversidad de perfiles favorece el intercambio musical entre los músicos. Los profesionales mayores pueden compartir sus experiencias con los más jóvenes para desarrollar su bagaje musical. Los profesionales animan a los aficionados. Los aficionados traen consigo su propia visión de la música, puro placer, y sus otras experiencias y habilidades. Todo ello confiere a la orquesta un carácter único, humano y solidario que enriquece la producción musical.